Entramos casi en el mes de mayo pero sigue la lluvia, el frío, el granizo y hasta la nieve!! Después de batir todos los récords históricos de días de lluvia y cantidad de agua caída entre enero y marzo, abril aguas mil ha sido una continuación, aunque al menos esporádicamente han asomado días de 30 grados con sol. Naroa nos va a echar la bronca por haber nacido en San Sebastián y no en las Canarias, pero cuando sea mayor apreciará el verde de los montes, la pureza del aire y la calidad del agua. Mientras tanto... a quejarse por quedarse tantos días sin ir al parque y sobre todo por cogerse un trancazo detrás de otro con este tiempo tan loco.

Pero sí, abril también ha tenido sus días veraniegos, y aprovechamos para ir a la playa. Naroa tocó el agua del mar por primera vez y jugó en la arena. Le gustó más lo segundo que lo primero, demasiadas olas y demasiado fría el agua, pero será cuestión de tiempo que tengamos que sacarla de la orilla con palanqueta, a la vista de lo que disfruta en sus baños en casa.



Por lo demás, sigue igual de loca y vacilona que siempre... y con los mismos dientes de siempre. Por lo tanto, con la misma comida de siempre... Le damos quesitos, miga de pan y jamón hecho trocitos, pero aún no puede masticar y la mayor parte de la comida no la termina tragando. A ver si salen ya y prueba los chuletones!! Cada vez habla más, dice palabras nuevas (agur, agua, caca, luz...) e imita cosas nuevas, casi todo (desde atornillar, ponerse las zapatillas, lanzar la pelota... prácticamente ya cualquier cosa). Le encantan los niños, la juerga y bailar. Y también tiene su carácter y su mala uva. Pero como es una niña de extremos, cada vez es más mimosa y no quiere separarse de nosotros... Ya podía ser siempre así!!