sábado, 24 de julio de 2010

Punto y seguido

Dicen que en el amor, la distancia es como el viento con el fuego, apaga las llamas más débiles, pero aviva las más fuertes. En este caso el amor entre Yolanda y Jon se ha avivado hasta un extremo inimaginable, que sólo ellos, nadie más en el mundo, son capaces de entender. Ahora ya no les separa ninguna distancia, y la unión de esos dos inmensos sentimientos, ha dado lugar a una explosión de amor ilimitado que se concreta hoy aquí, en la celebración de su matrimonio.

Quiero que sepáis que nos alegra veros, aunque nerviosos, tan enormemente felices. Y todos los familiares y amigos que hoy estamos a vuestro lado, en un día tan importante, deseamos compartir esa felicidad y participar en vuestra boda. Hoy os demostramos que os queremos, que podréis contar con nosotros no sólo hoy, sino siempre que lo necesitéis, y vamos a pedir por vosotros, para que la felicidad de este día dure siempre, para desearos lo mejor en vuestra vida, y que la llama del amor siempre esté encendida en vuestros corazones.

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