Después de hacerse mucho la remolona, ¡¡por fin ha nacido Naroa!!
Tardaba tanto en salir que ya se había puesto fecha y hora para provocar el parto. La cita, el día 6 a las 8 de la mañana. Pero no, para llevar la contraria, ese mismo día, pero a la una de la madrugada, le pareció el momento adecuado. No entraremos en detalles pero, por resumir, se podría decir que a la madre se le debería levantar un monumento. Después de casi 24 horas dilatando, más de la mitad sin anestesia, las ginecólogas llegan a la conclusión de que la cocorota de Naroa por ahí no cabe. A las 11.15 de la noche, y después de una cesárea, una niña preciosa de 4,6 kilos y unos mofletes para comérselos hace de sus padres las personas más felices del mundo.
Empieza una nueva etapa ... seguro que plagada de momentos de alegría.
En la imagen: Primera foto de familia, como no podía ser de otra manera, ñoña, ñoña, ñoña.
