Caminando hacia la primavera

Si antes ya era terremoto... ahora es aún... mejor!! Anda ya genial y no para!! No quiere ver el cochecito ni en pintura y quiere ir a todas partes, en todo caso, empujándolo. Corre continuamente de un lado para otro y hay que estar vigilándola constantemente, y más en la calle, porque no tiene miedo y a la mínima se va sola por ahí.

Sigue con sus cuatro dientecillos y por tanto sin poder comer cosas nuevas. Pero lo que come, lo come muy bien. Lo que sí que puede hacer con la boca perfectamente es hablar. Dice ya un montón de cosas y le gusta mucho cotorrear. No entendemos nada de lo querrá decir, pero deben ser cosas muy interesantes, por la forma de expresarlo (creemos que se ha echado un novio en la guardería que se llama Patxi).

Pasó su segunda Semana Santa en el pueblo y, una vez más, no paró de llover (ríos desbordados, campos annegados...), así que pasó los días liándola con su prima dentro de casa. Por suerte es una niña que lo imita todo, por ejemplo, pasar la escoba, y después de tirar todo por ahí, se dedica a recogerlo, ejem...